Julio eleva la ocupación hotelera en Elche al 82,3%, un dato ligeramente inferior al buen resultado de 2017

Las cifras de los primeros siete meses del año mejoran los del mismo periodo del pasado año

La tasa de ocupación de julio en los establecimientos hoteleros de Elche se ha situado en el 82,3%, medio punto inferior al dato que se alcanzó en el mismo mes de 2017, siguiendo la tendencia que viene caracterizando esta temporada estival. Se trata de un buen registro, pero que no llega al anotado el pasado año en las mismas fechas.

A pesar de la caída interanual de la ocupación en julio, la evolución de la demanda de los alojamientos ilicitanos está siendo menos desfavorable que la del conjunto de la provincia y del Estado, donde la caída ha superado ligeramente un punto porcentual, según datos de junio del INE.

En la evolución de la demanda hotelera ilicitana confluyen factores positivos como la mayor llegada de turistas internacionales que visitan España y cuyo número se mantiene en tasas de crecimiento  —con un reflejo en  las llegadas de viajeros al aeropuerto de Alicante-Elche cuyo primer semestre se ha saldado con una subida del 2% a pesar de la caída del turismo británico—; junto a otros desfavorables como el descenso de la estancia media y el impacto del alojamiento en viviendas de uso turístico no regladas, que operan al margen de la Ley y, además de ejercer una competencia desleal, deterioran la imagen del destino.

A pesar de la contracción de la demanda de los dos últimos meses en términos interanuales, el dato de ocupación acumulado de enero a julio se ha situado en el 69,9%, más de un punto porcentual sobre el registrado en el mismo periodo de 2017, un diferencial positivo que se va reduciendo a medida que avanza el año.

En este contexto, resulta imprescindible reforzar la promoción en los mercados nacionales e internacionales, con el objetivo de competir de manera eficiente con otras ofertas, así como incrementar las actuaciones para la eliminación del intrusismo en el sector alojamiento.